Productos biodegradables de origen agrícola

Partiendo de materias primas como: maíz, trigo, remolacha azucarera, patata, lactosuero, tapioca, boniato, soja, la caña de azúcar, el ricino, etc., se vislumbra un futuro prometedor en la fabricación de productos biodegradables. Además del lino, cáñamo y sisal para los plásticos reforzados con fibras.

La industria ha desarrollado 20 tipos de plásticos diferentes a partir de materias primas renovables y hay otros 6 que están en fase de ensayo. Los plásticos ecológicos permiten fabricar elementos sofisticados hoy en día, ya sea en el sector de la electrónica o en el sector de los embalajes para la congelación. Permiten fabricar embalajes para flores, cosméticos, medicamentos, piezas para la automoción, cascos de moto, bandejas higiénicas para gatos, juguetes, componentes electrónicos…

BASF fabrica bolsas biodegradables ecológicas que mantienen su hermeticidad y se descomponen completamente durante el compostaje gracias al plástico Ecovio que ha desarrollado. La empresa de automóviles Ford obtiene composite gracias a la transformación de la paja. El fabricante de electrónica NEC está realizando pruebas con bioplásticos fabricados a partir de cáscaras de anacardos. El aceite de ricino sirve para fabricar poliamida, lignina y aceite de soja de poliuretano. John Deere utiliza para sus tractores, piezas fabricadas a partir de aceite de soja o de plásticos reforzados con fibra de lino.

Para fabricar films biodegradables para la agricultura, se utiliza el suero de leche o la fécula de patata. Resulta perfecta la utilización del suero de leche para tal fin, teniendo en cuenta que Europa produce 50 millones de toneladas de lactosuero al año, de las cuales un 40% terminan en las estaciones depuradoras, y que paralelamente, debe eliminar 1,2 millones de toneladas de films, mallas, cuerdas y tubos de riego, de los cuales más de la mitad acaba en los vertederos. Se demandan principalmente films oscuros, opacos, que no se rompen al desenrollarlos y que se tiran después de la cosecha. En explotaciones con cultivos hortícolas y de flores hay cada vez más demanda de films de materias renovables, que ahorran arar por segunda vez y limitan el uso de herbicidas. Tras la cosecha se despedazan y se entierran, desapareciendo de un año para otro.

Un agricultor de Dorsten (Alemania) se dio a conocer hace dos años, gracias a la fabricación de un juego creativo, el PlayMais. Partiendo del ácido poliláctico procedente del almidón de maíz, como materia prima principal, el grupo Loick fabrica cilindros de plástico ecológico. Se trata de pequeños cilindros de maíz multicolor con los que los niños construyen todo tipo de figurillas. En caso de ingestión, no hay de qué preocuparse, pues sólo contienen colorantes alimentarios. También fabrican platos desechables con hojas de palma y fibras de caña de azúcar, además de los vasos y cubiertos de ácido poliláctico de maíz.

Los plásticos de materias primas renovables, parecen imponerse especialmente en el sector alimentario. Por ejemplo, Danone está utilizando envases de bioplástico en Alemania, y prevé pasar a los embalajes fabricados con materias primas vegetales para otras líneas de productos. Se fabrican por ejemplo, embalajes biodegradables a partir de fibra de plátano para el envasado y transporte de productos agrícolas. Estos envases reducen el consumo de materias fósiles y liberan menos CO₂.

A partir de grasas vegetales,  se están desarrollando nuevos catalizadores y procesos para la producción limpia de lubricantes y surfactantes biodegradables. Para estos se prevé un gran incremento de la demanda, ya que son productos de elevado consumo y amplio campo de aplicación.

En la actualidad se obtienen más de 50 millones de toneladas al año de productos biodegradables a partir de materia prima vegetal. Se ha previsto que en 10 años este mercado crezca un 50%.