Publicado el 19 de junio del 2009 en la categoría Tecnología del riego

La escasez de agua se ha convertido en uno de los principales problemas para la agricultura, que demanda un gran porcentaje de los recursos hídricos disponibles para poder regar sus cultivos.
Ahorrar agua en el riego es, por lo tanto, un aspecto muy importante para el presente y futuro no sólo de la agricultura, si no de toda la sociedad, y constituye uno de los principales ejes de actuación de las distintas administraciones públicas.
Los problemas más comunes asociados con el riego son: la falta de agua en momentos clave del desarrollo de cultivo, lo que provoca un estrés hídrico que repercute directamente en la producción y calidad de las cosechas. La mala gestión de los recursos hídricos a través de «turnos de riego» en días no críticos para el cultivo, lo que conlleva desajustes entre el aporte de agua y las necesidades del cultivo. La generación de escorrentías e impacto medioambientales derivados del mal cálculo de las intensidades de riego a administrar en función de la capacidad de infiltración del suelo.
Para intentar evitar estos problemas, el control automático del riego, debería contemplar la combinación de varios sistemas:
La automatización de la red de riego de modo que en cualquier momento se pueda modificar la red, bien ampliándola o simplemente activando o desactivando hidrantes.
El amueblamiento de las parcelas regables con sistemas de riego mecanizado, que garanticen el ahorro y la uniformidad en la distribución del agua.
El acceso a la información de las necesidades hídricas del cultivo a tiempo real. Establecidas dichas necesidades bien por modelos matemáticos basados en parámetros agro-meteorológicos o a través de sensores de humedad dispuestos en el propio terreno.
Etiquetas: agricultura, agua, automatización del riego, control automático del riego, regar, riego, riego mecanizado