Aplicar químicos en la aspersión

Aplicar químicos anti-transpirantes

Existen diferentes investigaciones encaminadas a averiguar si el riego con spray aplicado a las plantas es capaz de reducir la transpiración, y por tanto el consumo de agua. En teoría, se podría reducir la transpiración si se va incrementando la resistencia defensiva al agua. La resistencia debería interponerse entre la hoja y el aire seco, mejor que entre la hoja y la fuente de agua. Estas investigaciones se llevan a cabo con materiales que cierran los poros de las hojas.

La planta absorbe el dióxido de carbono, que es necesario para la fotosíntesis, a través de estos poros, y por los mismos sale también el agua. Lo ideal sería una película que evitara la salida del agua a través de los poros, manteniendo su permeabilidad al dióxido de carbono.

Los aerosoles químicos pueden cerrar los estomas disminuyendo la transpiración pero también van a dificultar el proceso de la fotosíntesis. Esto se traduce, en definitiva, en una reducción de las funciones normales de la planta, así como de sus rendimientos.

Se han registrado resultados positivos en el uso de productos químicos anti-transpirantes aplicados en cultivos de patatas, donde incrementaron las producciones. El material se aplicó con sprays de alta presión nada más plantar los tubérculos. Se redujo la tasa de absorción de humedad y se corrigieron los períodos cortos de estrés de humedad en el suelo de la zona. Estas conclusiones podrían ser importantes para la conservación del agua, especialmente en climas áridos.

Surfactantes

Los surfactantes son productos que reducen la tensión superficial del agua. Los fabricantes indican incrementos en las tasas de infiltración del agua al añadir surfactantes. Sin embargo, los estudios determinan que utilizándolos en las cantidades recomendadas, la infiltración del agua no aumenta.

Supresores de la evaporación

En experimentos de laboratorio se ha conseguido reducir la evaporación del agua de la superficie del suelo. Utilizando un alcohol graso y un surfactante no iónico, y mezclándolo con 3 pulgadas de suelo superficial. Con una capa de polietileno negra que cubría el 90% de la superficie se redujo la evaporación en una prueba de campo, pero el coste de estos tratamientos en el campo puede ser prohibitivo.

A medida que el suelo se seca, aparece de forma natural un “mantillo de suelo seco” o “mantillo de polvo”. Aunque la diferencia total en el contenido de agua entre el suelo acolchado y el suelo desnudo puede ser pequeña, los residuos vegetales, ayudan en el incremento de la infiltración de agua y en la prevención de la erosión del suelo.

Aplicar químicos en la aspersión

Al aplicar químicos (fertilizantes, herbicidas, fungicidas y otros productos) a través de sistemas de riego por Pivote central, se consigue un importante ahorro de costes. Un sistema de riego por aspersión puede ser el sistema más eficaz para aplicar ciertos herbicidas antes de sembrar, o antes de que los cultivos germinen. Los fungicidas se pueden aplicar en el momento exacto en que son necesarios. El fertilizante puede incorporarse al riego en el momento oportuno, durante el período de crecimiento rápido, garantizando un uso eficiente del mismo.

Cada químico deberá utilizarse de forma correcta y eficiente, controlando su aplicación. Antes de aplicar químicos, hay que leer cuidadosamente la etiqueta del producto.

La cantidad de agua utilizada en la aplicación de químicos es importante. Algunos productos se deben aplicar con poca agua, otros necesitan más para filtrarse bien en el suelo. Algunos agricultores utilizan un sistema de tuberías de plástico en los tirantes del Pivot para aplicar los productos químicos sin que riegue la máquina, así ahorran, al no necesitar contratar a un operario que rocíe los cultivos.