Importancia de los filtros para riego

Evitar que las variaciones en la calidad del agua deriven en reducciones en la productividad de los cultivos, obliga a proteger los emisores mediante filtros para riego.

Los riegos tradicionales han ido dando paso a las nuevas técnicas, que mejoran el rendimiento de los cultivos y también minimizan el consumo de agua, pero el buen funcionamiento de los nuevos sistemas de riego depende siempre de la calidad del agua. Una mala calidad del agua provocará obstrucciones en los emisores de la instalación, reduciendo la eficiencia y uniformidad del riego, lo que supondrá un mal desarrollo del cultivo y una reducción del rendimiento en la producción.

En todos los sistemas de riego es recomendable la filtración, pero en los sistemas de goteo o microriego, resulta indispensable.

Sistemas de filtración

La filtración es un proceso físico mediante el cual se extraen, retiran o eliminan partículas sólidas de un medio líquido, haciendo que pase por un elemento filtrante denominado filtro. Los sistemas de filtración se pueden clasificar en 3 grupos: filtración en superficie, filtración en profundidad y separación centrífuga.

Filtración en profundidad: prefiltros

Los prefiltros autolimpiantes se instalan en las aspiraciones de las bombas que elevan aguas de los ríos, de pozos u otras fuentes, contaminadas con cuerpos extraños. Generalmente suelen ser autolimpiables mediante la inversión de flujo presurizado.

Separación centrífuga: hidrociclones

Los hidrociclones están fabricados en acero y permiten separar los sólidos en suspensión de naturaleza inorgánica. La filtración se produce por efecto centrífugo al entrar el agua de manera tangencial y provocar el choque de las partículas con las paredes, haciéndolas caer a un depósito acumulador situado en la parte inferior del equipo.

Filtración en superficie: filtros de malla, filtros de arena y filtros de anillos

Los filtros de malla disponen de un tamiz como elemento filtrante, que está construido en chapa de acero inoxidable perforada o con hilos entrelazados entre sí, formando una superficie con orificios iguales y calibrados. En los filtros de anillos el elemento filtrante está compuesto por coronas circulares con relieves calibrados, dispuestos uno sobre otro formando un cilindro. Ambos sistemas se caracterizan por retener todas las partículas sólidas superiores en tamaño al de sus orificios. Los filtros de arena son recipientes metálicos rellenos de arena o grava de un determinado tamaño.

La limpieza de estos filtros para riego se efectúa invirtiendo el flujo, ya sea abriendo o cerrando la válvula correspondiente.

También en fertirriego, cuando se inyecta fertilizante en la línea de riego, es conveniente filtrar la disolución homogénea a dosificar para evitar que entren impurezas en el sistema.