Agricultura de precisión con riego
La agricultura de precisión con riego en zonas con escasez de agua, se centra en las tecnologías de aplicación de agua y productos químicos. Gracias al GPS, que permite realizar mapas precisos de los campos, se puede ajustar el agua, los nutrientes y los productos químicos para cada zona. Esto da como resultado, una mejora de la productividad a lo largo de la historia de la agricultura.
La agricultura de precisión es un concepto de gestión agrícola basado en la observación, la medición y la respuesta a la variabilidad de los cultivos y suelos.
Los primeros sistemas de inundación de campos han evolucionado hasta convertirse en sofisticados sistemas de riego por goteo y máquinas de Pivot central. Afortunadamente para los profesionales del riego actuales, la ventaja de estas tecnologías es que permiten aplicar productos químicos y fertilizantes junto con el suministro de agua, lo que proporciona a las plantas los nutrientes adecuados y la protección necesaria.
En la agricultura de precisión con riego, los esfuerzos concentrados mejoran los rendimientos. La genética molecular y los equipos de precisión, permiten mejorar las tasas de siembra y las variedades. Los periodos de siembra suelen ser cortos, por lo que los equipos son más grandes y fáciles de usar. Además, los equipos de aplicación de productos químicos y nutrientes se vuelven más complejos y todos los equipos, desde la siembra hasta la cosecha, están conectados mediante GPS para que sea posible la agricultura de precisión.
Los grandes productores adoptan la agricultura de precisión: cada zona dentro de un campo es diferente y debe tratarse de forma diferente. Las zonas mal regadas no cuentan con las condiciones hídricas adecuadas para sacar el máximo partido a la agricultura de precisión. Pueden tener un exceso de agua (lo que requiere drenaje) o pueden estar recibiendo la humedad en momentos no óptimos durante las fases de crecimiento de los cultivos.
La humedad es el factor limitante para el crecimiento óptimo de las plantas. Por ejemplo, el maíz es más vulnerable al estrés hídrico durante la polinización, el desarrollo del grano y el crecimiento temprano de las hojas. Una lluvia abundante después de la polinización no compensa la falta de humedad óptima en el momento adecuado.
Dado que la humedad es un factor fundamental en el rendimiento de los cultivos, es imprescindible que el riego ocupe un lugar destacado en el desarrollo y perfeccionamiento de la agricultura de precisión. Existen numerosos estudios sobre los beneficios que puede aportar un riego óptimo. En general, la mejora oscila entre un 20 % y un 100 % (algunos incluso la sitúan por encima del 100 %).
Varios de los principales productores tanto en Estados Unidos como en Europa (en zonas no regadas) están incorporando la agricultura de precisión con riego como pilar fundamental para garantizar que la humedad no sea un factor limitante. Algunos la ponen en prácticas con grandes cañones de agua para añadir humedad durante una etapa crítica, otros con sistemas de goteo y Pivots centrales para controlar al máximo el entorno de humedad de las plantas.
Lo más destacado, con todos los diferentes tipos de posibilidades de riego, es que la teledetección para controlar: humedad, insectos, acumulación de sal, escorrentía química y percolación profunda, por nombrar solo algunas, puede integrarse en un algoritmo automático que controle la salud del cultivo sin interacción humana.