Camelina para rotar cultivos
Cultivar camelina es para el agricultor una alternativa rentable para la diversificación y la rotación de cultivos.
Se trata de un cultivo oleaginoso de ciclo anual, que se siembra en octubre-noviembre y se cosecha en junio-julio. Tiene buena producción en zonas con mínimas precipitaciones y solo requiere maquinaria agrícola convencional. Su cultivo se localiza en terrenos de secano semiárido, fundamentalmente en terrenos de barbecho, por lo que no interfiere en la producción de alimentos.
Características de la camelina
La camelina es una planta que alcanza alturas de 60-80 centímetros, con ramificaciones desde la base. Su inflorescencia se manifiesta en racimos de 30 a 70 flores de color amarillo. El grano fruto de la camelina son semillas con forma ovoide de 1,5 milímetros de largo y color marrón.
El grano de la camelina se procesa en fábricas de molturación de semillas oleaginosas y de él se obtiene un aceite y una harina. El aceite se utiliza principalmente en el sector de los biocombustibles y la harina o tarta para la alimentación animal.
Cómo se cultiva la camelina
Como oleaginosa familia de la colza, puede cultivarse con cualquier sistema de trabajo, siembra directa, mínimo laboreo o laboreo tradicional. Se adapta bien al secano y se puede sembrar en todo tipo de terreno, sólo requiere una buena preparación del suelo y tener cuidado con la siembra y con los herbicidas residuales si los hubiera. Hay que tener la precaución de que la parcela no tenga demasiada hierba de hoja ancha que pueda hacerle la competencia, evitar el encharcamiento y que el pH del suelo no sea muy ácido.
Además de aumentar la rentabilidad de las explotaciones como alternativa en la rotación de cultivos, la producción de camelina mejora la permeabilidad del suelo y la infiltración, disminuye el encharcamiento y aumenta la capacidad de almacenamiento de agua en el suelo. También incrementa la materia orgánica, mejorando así la fertilidad y la estructura del suelo. Disminuye la erosión del suelo y aumenta la actividad microbiana, mejorando la aireación y la simbiosis entre las bacterias y la planta. Finalmente, disminuye y facilita el control de las malas hierbas por el variado uso de herbicidas.
Rentabilidad del cultivo de camelina
En las mismas condiciones de manejo del cultivo que cualquier cereal, la producción del cultivo de camelina suele ser de la mitad.
El precio de la semilla puede estar en los 5 euros por kilo, siendo la densidad de siembra de 8 kilos por hectárea, por lo que el costo de semilla puede estar en los 40 euros por hectárea. El precio del grano cosechado puede estar en los 350 euros por tonelada (con entre un 6 y un 8 por ciento de humedad y un 8 por ciento de impurezas). En buenas condiciones hídricas y de manejo se pueden alcanzar los 2.500 kilos por hectárea. La gran ventaja frente a otras oleaginosas de siembra es que con la camelina se puede iniciar la siembra a mediados de octubre.