Equipos de riego mecanizado

En el pasado, gran parte del agua se aplicaba de forma superficial. Desde que se desarrolló y evolucionó el riego mecanizado, el 90% de la tierra cultivada emplea equipos de riego mecanizado.

Muchos factores han sido decisivos en esta tendencia:

1. Desarrollo de sistemas de riego mecanizados fiables y rentables, como el Pivot central y el sistema de movimiento lateral.
2. Aplicación cada vez más precisa del agua. Esto reduce el consumo de agua y de energía, al adaptar mejor la aplicación a las necesidades hídricas de los cultivos a lo largo de su ciclo de crecimiento.
3. Aplicación de agua versátil, que permite una gran gama de cantidades de aplicación. En el momento necesario, durante la temporada de cultivo.
4. Simplificación de la gestión. Permite que una persona riegue eficientemente de 400 a 800 hectáreas.
5. Eliminación de la necesidad de nivelación de la tierra, inicial y periódicamente. Una labor necesaria en el riego por inundación.
6. Reducción de los requisitos de labranza del suelo necesarios en el riego por surcos.
7. Capacidad del equipo mecanizado para regar el terreno ondulado con pendientes de hasta el 30%. Permitiendo una producción de alto rendimiento.
8. Capacidad del equipo, mediante emisores continuos, de garantizar la aplicación precisa de productos químicos y fertilizantes.

A la hora de valorar la inversión y los beneficios a conseguir, hay tres cifras fundamentales. El coste inicial de la inversión, los costes operativos y los beneficios productivos que retornan.

Los equipos de riego mecanizado incrementan los ingresos

Según la Universidad de Nebraska, incrementarán los ingresos brutos y netos en las tierras buenas entre 2 y 6 veces. Y en los páramos marginales, entre 8 y 15 veces.

Por ejemplo, el rendimiento del maíz regado mediante equipos de riego mecanizado promedia unas 6 toneladas por hectárea por encima del rendimiento obtenido por el mismo cultivo sin riego.

A la hora de aplicar el riego mecanizado por aspersión, el registro de los valores de humedad sigue siendo un método muy utilizado. También disponer de una copia de seguridad para poder volver a comprobar los resultados mediante otros métodos de medición. Se inicia un balance de humedad cuando se sabe que la humedad del suelo está en capacidad de campo. Por ejemplo después de una lluvia o del riego. Cada día o cada semana, se resta el uso de la humedad de los cultivos y se agrega cualquier aporte de humedad procedente de la lluvia o el riego. Este método está ganando cada vez más popularidad debido a la capacidad actual de los ordenadores para proporcionar una evaluación más precisa del uso de la humedad de los cultivos.